Marketing digital
La compra programática permite amplificar alcance con control y precisión. En Roimaiori gestionamos campañas programáticas en DSP y RTB mediante segmentación avanzada, inventario seguro y medición clara.
Analizamos audiencias, definimos estrategias de puja, verificamos visibilidad y aplicamos controles de marca. Optimizamos formatos display, vídeo y nativos según contribución real al funnel.
Así logramos campañas eficientes, escalables y alineadas con objetivos de marca.
Escala tu alcance con precisión y control de costes. Activamos campañas programáticas con foco en negocio.
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La publicidad programática basada en DSP y RTB ha transformado por completo la forma en que las marcas compran espacios publicitarios en Internet. A diferencia de los modelos tradicionales centrados en la compra directa de inventario, la programática permite adquirir impresiones en tiempo real, orientadas a usuarios concretos y basadas en datos de comportamiento, contexto y segmentación avanzada. Este sistema logra equilibrar volumen, precisión y flexibilidad, convirtiéndose en una herramienta estratégica para empresas que buscan escalar campañas con eficiencia sin perder control sobre audiencias, costes y resultados. La combinación de DSP, algoritmos de puja y datos propios construye un entorno donde cada impresión se analiza, se valora y se compra en función del valor real que aporta al objetivo de marketing.
La programática funciona sobre un principio fundamental: cada impresión es evaluada en milisegundos. Antes de mostrar un anuncio, el sistema analiza información del usuario, contexto de navegación, categoría de la página, dispositivo, momento del día, ubicación, señales de comportamiento y cientos de variables. En función de ese análisis, el DSP decide si pujar, cuánto invertir y qué anuncio mostrar. Este proceso permite llegar a usuarios con alta afinidad sin depender de segmentos amplios o compras genéricas.
Los datos tienen un papel central. First-party data procedente de CRM, interacciones previas, historial de navegación en la web propia o engagement con otros canales se integra para construir audiencias más precisas. Los datos third-party permiten ampliar alcance, incorporar intereses adicionales y detectar patrones de comportamiento que el anunciante todavía no conoce. El DSP combina estas señales con modelos predictivos que estiman probabilidad de conversión o interacción, lo que permite ajustar pujas con una precisión imposible en medios tradicionales.
La automatización elimina decisiones manuales que ralentizan procesos, pero no sustituye el análisis estratégico. El valor real surge cuando las reglas, los datos y los objetivos están alineados. La programática no consiste en comprar inventario barato, sino en comprar inventario relevante.
Un DSP (Demand Side Platform) es el núcleo operativo de la publicidad programática. Permite gestionar campañas desde un solo entorno, acceder a multitud de exchanges y controlar audiencias, creatividades, optimización y reporting. A diferencia de la compra directa, que limita el inventario, el DSP conecta con miles de sitios, aplicaciones y espacios publicitarios en todo el mundo, lo que amplía alcance y facilita variar estrategias según objetivos.
Otra ventaja clave es la transparencia. El anunciante puede ver en qué ubicaciones aparece, qué tipo de usuarios interactúan, qué segmentos convierten mejor y cómo evoluciona el coste. Esta visibilidad permite tomar decisiones basadas en datos y ajustar variables sin tener que cerrar acuerdos largos o comprometerse con paquetes cerrados. La programática se adapta al rendimiento, no al inventario fijo.
El DSP también permite crear estrategias cruzadas con otros canales. Puede complementar campañas en Google, Meta o LinkedIn, reforzar remarketing, activar secuencias dinámicas o incluso personalizar creatividades según señales contextuales. Este enfoque unificado evita duplicidades, ordena procesos y convierte la inversión en un sistema coordinado de impacto omnicanal.
El RTB (Real-Time Bidding) es el mecanismo que hace posible comprar impresiones una a una. Cada vez que un usuario carga una página o abre una app, se genera una subasta entre anunciantes interesados en impactarlo. El DSP evalúa la información disponible y decide si participar en la puja. La oferta no se basa en impresión masiva, sino en valor estimado. Si el usuario encaja con los criterios del anunciante, la puja es más alta; si no, se ignora esa impresión y se ahorra presupuesto.
Este enfoque permite maximizar eficiencia. No se pagan impresiones desperdiciadas ni se depende de supuestos amplios. Cada decisión de puja se toma en función de probabilidad de conversión, afinidad del usuario, respuesta histórica y contexto exacto del impacto. Esto convierte al RTB en un sistema capaz de optimizar día a día sin intervención manual constante.
El RTB también facilita estrategias avanzadas como frequency capping, ajuste según hora del día, bidding dinámico basado en señales en tiempo real o diferenciación de puja según objetivo (clic, conversión, visualización, visita cualificada). Esta granularidad se traduce en un rendimiento superior respecto a compras tradicionales.
Uno de los grandes valores de la programática es la capacidad de segmentar audiencias con precisión. El DSP utiliza datos de navegación, hábitos de consumo, temáticas de sitios visitados, ubicación geográfica y señales contextuales para construir perfiles de alto valor. Estos segmentos pueden basarse en intereses, intención de compra, comportamiento reciente, patrones profesionales o incluso en listas creadas por el anunciante.
La segmentación contextual es especialmente relevante en un entorno donde las cookies de terceros pierden peso. El DSP puede analizar contenido de la página y determinar si encaja con indicadores temáticos clave, sin necesidad de identificar al usuario. Este enfoque mantiene relevancia sin comprometer privacidad.
La integración con first-party data potencia aún más la segmentación. Los datos propios permiten crear audiencias de remarketing, lookalikes basados en clientes reales, segmentos por valor o listas basadas en interacciones en otros canales como email, CRM o WhatsApp Business. La combinación de datos propios y señales externas es una de las ventajas competitivas más potentes de la publicidad programática moderna.
La programática no solo compra impacto; adapta el mensaje. Las creatividades dinámicas permiten mostrar anuncios distintos según el perfil del usuario, la fase del funnel o el comportamiento previo. Esto incluye variaciones de copy, imágenes, llamadas a la acción, productos mostrados o incluso colores y diseños basados en segmentación.
Estas creatividades evolucionan según señales reales: si el usuario visitó una categoría, el DSP puede mostrar anuncios relacionados; si abandonó un carrito, puede ver productos concretos; si pertenece a un segmento profesional específico, puede ver mensajes orientados a su sector. Esta personalización aumenta relevancia y eleva las tasas de interacción y conversión.
Además, los DSP modernos permiten testeo continuo: versiones múltiples del mismo anuncio compiten entre sí y el sistema identifica cuáles tienen mejor rendimiento según audiencia, dispositivo o franja horaria. Este proceso iterativo mejora resultados sin necesidad de intervención manual constante.
La optimización es uno de los pilares de la programática. El DSP recopila información de miles de impactos diarios, analiza qué segmentos funcionan mejor, qué ubicaciones aportan valor, qué creatividades generan interés y cómo evoluciona el coste por resultado. A partir de estos datos, ajusta pujas, redistribuye presupuesto y prioriza audiencias con mayor retorno.
Los algoritmos de machine learning detectan patrones que no son evidentes en revisiones manuales. Esto permite identificar horarios de mayor conversión, detectar ubicaciones de baja calidad, descubrir nichos relevantes o ajustar frecuencia según respuesta. La optimización es continua y evoluciona con el comportamiento del usuario.
La clave está en combinar esta inteligencia automática con análisis humano. Las decisiones estratégicas —definir audiencias, estructurar funnel, construir mensajes— siguen dependiendo del criterio del equipo. El DSP ejecuta, pero el equipo decide. Esta combinación asegura que la estrategia se mantenga alineada con objetivos y contexto competitivo.
La publicidad programática mediante DSP y RTB representa una evolución natural hacia modelos basados en datos, inteligencia automática y decisiones a tiempo real. Permite maximizar peso de la marca en múltiples entornos, llegar a audiencias amplias sin perder precisión y optimizar cada euro invertido según señales de intención reales.
Cuando se integra con first-party data, se acompaña con creatividades dinámicas y se combina con análisis continuo, la programática se convierte en un sistema de impacto escalable y eficiente. No depende de ubicaciones fijas ni de creatividad estática; se adapta al usuario, al contexto y al rendimiento.
Su verdadero valor aparece cuando se usa como parte de una estrategia multicanal, reforzando visibilidad en medios premium, recuperando intención y apoyando procesos de captación en ciclos complejos. La combinación de automatización, datos y personalización convierte la publicidad programática en uno de los pilares más sólidos para marcas que buscan escalar con inteligencia y precisión.
En Roimaiori trabajamos cerca de nuestros clientes. Contamos con presencia en diferentes ciudades para ofrecer un acompañamiento real y estrategias adaptadas a cada mercado local.
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